- Explíquenos, brevemente, su trayectoria profesional hasta llegar a ser presidente del Gremio.
Si bien mi formación académica no iba dirigida inicialmente al mundo de la librería –soy licenciado en Geografia e Historia- finalmente me incorporé al negocio familiar de mi esposa el año 1985. Desde entonces he ejercido de librero y, en menor medida, de editor de obras de carácter local.
- ¿Qué le motivó a formar parte del Gremio?
Básicamente porque se trata de una entidad de carácter profesional que agrupa las principales librerías del país, a fin de ofrecer servicios, plantear proyectos comunes y, sobretodo, ser el interlocutor natural entre los otros operadores del sector y la administración a fin de defender nuestros legítimos intereses y colaborar en la difusión del libro y de la lectura.
- ¿Quién forma parte del Gremio?
Actualmente hay 182 empresas (sociedades mercantiles de diferente tamaño o personas físicas), que suponen unos 250 puntos de venta. El único requerimiento para formar parte del Gremi es que tengan la sede social en Catalunya, respeten la ley del libro y los usos y costumbres del sector y que la venta de libros sea su actividad principal o destacada.
- ¿Qué aporta el Gremio a sus miembros?
En primer lugar es el representante principal y oficial del colectivo. Y además su función es la de defenderlo y actuar como un grupo cohesionado para mejorar nuestra eficiencia. Además es el marco y lugar adecuados para plantear proyectos transversales y conseguir servicios de interés para los agremiados. Formamos también parte de la Cambra del Llibre de Catalunya y tenemos una relación fluida con todas las administraciones culturales del país.
- ¿Qué proyectos está impulsando el Gremio actualmente?
Organizamos el Dia del Llibre (Sant Jordi) y el Premi Llibreter, que nos da una difusión mediática importante. Participamos además en la comisión organizadora de la Setmana del Llibre en Català i Món Llibre. Al mismo tiempo somos socios fundadores y principales impulsores de Libelista, una empresa nacida (inicialmente con el nombre de Liberdrac) para dar servicio digital a las librerías y que este año amplia su oferta, especialmente en la venta on-line de fondo bibliográfico en papel. Asimismo un proyecto que cada año vamos consolidando en nuestra Escuela de Librería, un post grado que se imparte en la Facultat de Biblioteconomia i Documentació de la Universitat de Barcelona. Este curso empieza la quinta promoción de alumnos y hasta la fecha ha tenido una gran acogida. Finalmente, este año plantearemos un foro de debate para avanzar hacia la modernización y renovación de nuestro sector económico.
- ¿Cómo afecta la digitalización al libro tradicional?
De momento se trata de un ámbito minoritario, que supone sólo un 5% de la facturación global. Si bien sabemos que se producen descargas ilegales, es difícil cuantificarlas. En cualquier caso va a ir avanzando progresivamente, pero dudamos que a medio plazo pueda igualar el formato de papel, si bien hay algunos apartados temáticos (especialmente libros técnicos) en que su presencia es bastante más importante e incluso mayoritaria.
- ¿Cómo ha vivido el sector la crisis económica?
Hasta el año 2014 perdimos alrededor de un 30% de la facturación respecto al año 2008. Se han producido, pues, cierres de algunas librerías históricas y emblemáticas y todas hemos reducido significativamente nuestra estructura para seguir siendo viables. También detectamos aperturas de establecimientos más pequeños y especializados, lo cual es positivo. De todas formas en 2015 ha empezado una mínima recuperación que a día de hoy significa ganar un 5% más respecto el momento más duro de la crisis.
- ¿Somos un país lector?
En Catalunya, si lo comparamos con la media europea (68% de lectores habituales) estamos unos tres puntos por debajo, pero hemos ido ganando posiciones en los últimos años. Y respecto la media española (63%) estamos algo mejor, un par de puntos. Más allá de las estadísticas, los libreros observamos que tenemos por una parte grandes lectores, pero también capas de la población impermeables a la lectura, o que solamente adquieren libros de estudio. Hay, pues, posibilidades de crecimiento si activamos buenas campañas de promoción, especialmente a través de la educación.