¿Qué hacemos con el dragón?

Ya estamos en abril otra vez.

Ya vuelve el dragón insaciable.

A la princesa quiere comer.

Una actitud muy poco amable.

Si como cada año lo matamos,

y con la muerte parece no aprender,

decid vosotros, si lo sabéis,

¿cómo podemos hacerle entender?

¿Y si cambiamos la leyenda

por una buena reprimenda?

Poder elegir es tu poder.

¿Le mandamos al espacio?

Le mandamos al espacio?

¿Hacemos que la literatura
le ablande el corazón?

¿Hacemos que la literatura le ablande el corazón?

¿Que escriba 1.000 veces
“Las personas no se comen”?

¿Que escriba 1.000 veces “Las personas no se comen”?

Ni los dragones son de gran bondad,

ni entienden mucho de gravedad.

Pero atado a un cohete podrá descubrir

que lo mejor de este mundo es convivir.

Fin.

El dragón pierde del todo su bravura

cuando al fin topa con la literatura.

Sólo necesitaba unos cuántos tomos

para empezar a darle un poco al coco.

Fin.

Un dragón nunca es una bestia mansa

y de escribir en la pizarra no se cansa.

Pero otra cosa es el chirriar de la tiza,

un sonido que sus verdes escamas eriza.

Fin.

La corranda de Sant Jordi

Tantas reprimendas para el dragón se han propuesto,

que una estupenda corranda hemos compuesto.

¡Feliz diada de Sant Jordi!

Todos tenemos nuestros dragones,

y a ellos nos tenemos que enfrentar.

Hagámoslo con cabeza, corazón, firmeza,

y una buena dosis de creatividad.

Poder elegir es tu poder.

Ojo izquierdo del dragón
Ojo derecho del dragón
Dragón de Sant Jordi Dragón de Sant Jordi Dragón de Sant Jordi