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¿Qué es la provisión de fondos de una hipoteca?

Carlos S. Ponz - 16/10/2024
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Adquirir una vivienda es una de las decisiones económicas más importantes que tomamos a lo largo de la vida y suele requerir de la contratación de una hipoteca. Antes de hacerlo, el banco pide al nuevo propietario adelantar una cantidad de dinero, es decir, una provisión de fondos, para cubrir los gastos de la compra de la vivienda y del préstamo hipotecario. A continuación, te contamos en qué consiste la provisión de fondos de una hipoteca, cuándo se ha de realizar y en qué momento se devolverá el dinero sobrante tras haber completado todos los trámites.

¿Qué es la provisión de fondos en una hipoteca? 

La provisión de fondos de una hipoteca es la cantidad de dinero que el titular entrega al banco una vez se ha preconcedido el préstamo hipotecario, con el fin de cubrir los gastos de la compraventa de la casa, incluyendo también los gastos de la hipoteca. Normalmente, estos gastos asociados suelen suponer en torno a un 15% del precio de adquisición. Si quieres tener una idea aproximada de cuánto pueden ser estos costes según el precio de la vivienda que estás pensando comprar, puedes simular tu hipoteca1.

Para poder llevar a cabo todos los trámites necesarios, el banco solicita al nuevo propietario una cantidad de dinero algo mayor de lo previsto para asegurarse de que se contará con los fondos suficientes. Una vez terminado el proceso, el banco procederá a la devolución de la provisión de fondos y a liquidar las cuentas con el nuevo propietario.

¿Cuándo se hace la provisión de fondos de una hipoteca y quién la paga? 

Una vez solicitada la hipoteca al banco, este estudia la viabilidad de la operación. Si el cliente cumple con los requisitos de solvencia económica, recibirá una oferta genérica llamada Ficha de Información Precontractual (FIPRE), con las condiciones de la futura hipoteca. Si está de acuerdo en continuar el proceso, el banco elaborará una Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN) y, también, la Ficha de Advertencias Estandarizadas (FiAE), con las consecuencias legales en el caso de que se incumpla el contrato y los requisitos para la amortización del préstamo hipotecario. 

Una vez completada esta fase inicial, el banco solicitará que se haga una provisión de fondos para que se pueda formalizar el pago de las escrituras de compraventa y de la hipoteca.

¿Cuáles son los gastos de provisión de fondos al comprar una vivienda? 

El capital de la provisión de fondos se destinará a completar los trámites de la compraventa de la vivienda y a formalizar la apertura de la hipoteca. Cada uno de estos procesos incluye una serie de gastos:

  • Gastos de comprar una vivienda:

    • Impuestos. Si es una vivienda de obra nueva, el propietario tiene que afrontar el pago del impuesto sobre el valor añadido (IVA), que es del 10% (menos en Canarias, que es del 6,5%), y del impuesto sobre actos jurídicos documentados (AJD), que es de responsabilidad autonómica y suele tener un coste de entre el 0,5% y el 1,5% del precio del inmueble. Para adquirir una vivienda de segunda mano, hay que abonar el impuesto sobre transmisiones patrimoniales (ITP), también de gestión autonómica, en la modalidad de transmisiones patrimoniales onerosas (TPO). Este oscila entre el 6% y el 10% del precio de la vivienda.

    • Registro de la Propiedad. Es un coste regulado, de entre 600 y 1.000 euros.

    • Notario. El comprador tiene que abonar los aranceles notariales que correspondan, por ejemplo, si se desea una copia autorizada (coste que puede rondar los 3 euros por folio) o simple de la escritura (0,60 euros aproximado por folio) .

    • Gestoría. Es un gasto opcional que suele suponer entre 200 y 300 euros de media. Si se contrata a un gestor, este se ocupa de inscribir la escritura en el Registro de la Propiedad, del cambio en la titularidad del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) y de los suministros.

  • Gastos de contratar una hipoteca:

    • Tasación de la vivienda. Suele rondar entre los 300 y los 500 euros, dependiendo del valor del inmueble.

    • Comisión de apertura del préstamo hipotecario. Por lo general,  representa un coste de entre el 0,1% y el 2% del capital prestado. Sin embargo, al contratar una hipoteca, algunas entidades no cobran comisión de apertura, como es el caso de Banco Sabadell.

    • Copia de la escritura de la hipoteca. La copia de la escritura del préstamo hipotecario tiene un coste reducido, entre 0,60 y 1 euro por cada hoja.

Liquidación de la provisión de fondos de una hipoteca: ¿cuánto te devuelven y cuándo?

Después de haberse completado tanto la compraventa como la apertura de la hipoteca el banco realizará la liquidación de la provisión de fondos. En este proceso, el banco siempre hace entrega al cliente de las facturas y de los justificantes de los cargos (impuestos, Registro de la Propiedad, notario, gestoría, tasación, comisión de apertura de la hipoteca y copia de la escritura de la hipoteca) que se han realizado, de manera que sea posible constatar el dinero que se ha gastado de la provisión de fondos. 

Una vez que el titular dé su visto bueno, se procederá a efectuar la liquidación que le corresponda, ingresando el dinero en su cuenta corriente.

1 El resultado de esta simulación será de carácter publicitario y orientativo basado en datos provisionales. Para elaborarla, nos basaremos en las condiciones actuales del mercado y en los datos que nos facilites a través de las próximas pantallas. Si deseas solicitar una hipoteca una vez veas el resultado de tu simulación, deberás contactar con nosotros para obtener más información y recibir tu oferta personalizada.

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Hipotecas para no residentes, ¿cómo comprar una casa en España? Banco Sabadell, Publicidad

¿Es posible pedir una hipoteca sin ser residente en España? La respuesta es sí. El proceso para solicitar una hipoteca para no residentes es muy similar al de una hipoteca convencional. A continuación, explicamos en qué consisten las hipotecas para no residentes y cuáles son los pasos para solicitar una.

¿Cómo obtener una hipoteca en España para no residentes?

Una hipoteca para no residentes es un producto diseñado para personas tanto extranjeras como españolas que no tienen su residencia fiscal en España y desean financiar la compra de una vivienda. Desde un punto de vista legal, se considera no residente a todo aquel que no pase, al menos, 183 días viviendo en suelo español.

En cuanto a sus características, una hipoteca para no residentes es básicamente igual a una hipoteca convencional: puede ser de interés fijo, variable o mixto. Y, para determinar las condiciones particulares de la hipoteca, lo más recomendable es dejarse asesorar por un especialista de la entidad que pueda analizar cada caso y orientar sobre la hipoteca adecuada. También es aconsejable realizar una simulación para obtener una aproximación sobre cómo sería la hipoteca y su cuota en función de datos como los ingresos o la capacidad de endeudamiento.

Los puntos a considerar al solicitar una hipoteca para no residentes son: 

  • Tipo de interés. Es posible que una hipoteca para no residentes tenga un tipo de interés más elevado que otras hipotecas dado que el titular no tiene su residencia fiscal en España. 
  • Volumen de financiación. Si en una hipoteca convencional el banco puede llegar a financiar hasta el 80% del valor de tasación o de compraventa de una vivienda (el que sea más bajo), en una hipoteca para no residentes este límite suele ser menor. Esto significa que una persona que desea adquirir una vivienda debe contar con mayor ahorro previo a lo que tendrá que sumar los gastos asociados a la compraventa, que suelen ser de un 15% más.
  • Plazo de amortización. En una hipoteca convencional el plazo de amortización puede llegar a alcanzar los 30 años, mientras que en un préstamo hipotecario para no residentes este plazo habitualmente es menor.

Requisitos para comprar una casa siendo extranjero 

Entre los principales requisitos para acceder a una hipoteca siendo no residente se encuentran:

  • Estabilidad laboral. Contar con un trabajo permite garantizar ingresos estables y, de este modo, aumentar la solvencia económica para hacer frente al pago de las cuotas de la hipoteca. Por norma general, la cuota de la hipoteca no debe suponer más del 30% de los ingresos de una persona.
  • Situación económica. Disponer de pocas deudas es clave a la hora de solicitar una hipoteca. Los préstamos o créditos en activo se añaden dentro del volumen de gastos que computa el banco a la hora de evaluar la solvencia económica.
  • Edad. Para solicitar una hipoteca en España hay que ser mayor de edad. Además, por regla general, el límite de edad del propietario para finalizar el pago de las cuotas no debe superar los 75 años.
  • Identificación. Aunque la persona que solicite la hipoteca no disponga de documento nacional de identidad (DNI) sí que debe contar con el número de identificación de extranjero (NIE) o con el pasaporte en vigor. También es necesario aportar el certificado de residencia fiscal del país correspondiente.
  • Buen historial crediticio. Es importante aportar información sobre el historial crediticio del solicitante en el país en el que tenga fijada su residencia fiscal.
  • Disponer de una cuenta bancaria. Aunque no se trata de un requisito obligatorio, es conveniente abrir una cuenta bancaria en España, ya que facilitará la tramitación de la compra de la vivienda y será útil para el pago de las cuotas de la hipoteca.

¿Cómo comprar una casa en España siendo extranjero?

Una vez se presenta la solicitud al banco, éste estudiará la solvencia económica del futuro propietario y, en su caso, se entregará al propietario la Ficha de Información Precontractual (FIPRE), que incluye las condiciones del préstamo. 

Si todo continúa hacia adelante, la entidad elaborará una Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN), con todas las claves del préstamo hipotecario. El último paso sería la firma del contrato de la hipoteca y la recepción de la financiación en las condiciones acordadas.

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Diferencias entre cargo en cuenta y abono en cuenta bancaria Banco Sabadell, Publicidad

Entre los principales movimientos que se realizan en una cuenta bancaria y que afectan al flujo de efectivo se encuentran los cargos y los abonos. Gestionar ambos de manera eficiente contribuye a tener unas finanzas personales saneadas y a poder alcanzar con éxito determinados objetivos de ahorro. A continuación, explicamos en qué consiste un cargo y un abono en una cuenta, así como las principales diferencias que existen entre ellos.

¿Qué es un cargo en cuenta bancaria? 

Un cargo en cuenta es un asiento que se produce en una cuenta bancaria que, desde un punto de vista práctico, significa para el titular una salida de fondos o, lo que es lo mismo, que el saldo de la cuenta disminuye. El recibo del gimnasio o el pago de una prenda de vestir que acabamos de hacer con la tarjeta en una tienda son ejemplos de cargos en cuenta.

Tipos de cargos en cuenta 

Estos son algunos de los principales tipos de cargos en cuenta que existen:

  • Domiciliación de recibos. El titular de la cuenta autoriza al banco a efectuar el pago de ciertos recibos, como la luz, la comunidad de vecinos o el teléfono móvil.
  • Transferencias y Bizum. El envío de dinero a un tercero, ya sea por transferencia o Bizum, tiene su reflejo en una disminución del saldo de la cuenta bancaria.
  • Adeudos. La cuota de un préstamo o de una hipoteca o la prima anual de un seguro son ejemplos de adeudos bancarios.
  • Retiradas de efectivo. Engloba todos los pagos que hacemos por medio de la tarjeta bancaria o por la retirada de efectivo en los cajeros automáticos.

¿Qué es un abono en cuenta? 

Por su parte, un abono en cuenta es una anotación en una cuenta bancaria que implica un aumento en su saldo. El ingreso de un cheque o la recepción de una transferencia son algunos ejemplos de un abono en cuenta.

Tipos de abonos en cuenta 

Los principales tipos de abono en cuenta son:

  • Nómina. Habitualmente, el ingreso mensual de la nómina es uno de los mayores abonos en cuenta que se reciben y permite asegurar el pago de los principales gastos que tiene una persona.
  • Transferencias y Bizum. Si un tercero realiza una transferencia o un Bizum a nuestra cuenta o efectúa un ingreso por medio de un cajero automático se consideran abonos en cuenta bancaria. Las transferencias que se reciben pueden ser puntuales (por ejemplo, si se ha vendido un artículo de segunda mano en una página web) o periódicas (como puede ocurrir si se tiene un piso alquilado).
  • Cheques y efectivo. El ingreso de un cheque o de efectivo en nuestra cuenta en una oficina bancaria, a través de un cajero automático o de la app del banco también se consideran anotaciones en cuenta.

Principales diferencias entre un cargo y un abono en cuenta

En realidad, cargo y abono en una cuenta bancaria son términos completamente opuestos. Un cargo significa una disminución del saldo mientras que un abono refleja un aumento del dinero disponible en la cuenta. Todos los movimientos, así como el saldo de una cuenta bancaria, pueden consultarse en cualquier momento a través de la app o de la página web del banco.

En cualquier caso, es importante lograr que la suma de los abonos en una cuenta bancaria sea siempre mayor que la suma de los cargos. De este modo, el saldo será positivo, contribuyendo a mejorar la salud de las finanzas personales de su titular.

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Tu hogar, tu coche y tus seguros   - 17/12/2024

Hipoteca a corto o a largo plazo, ¿qué me conviene más? Carlos S.Ponz

Un préstamo hipotecario es siempre un compromiso financiero para el titular. Fijar un plazo más o menos largo para su devolución es clave para su capacidad de endeudamiento, ya que cuantas más cuotas se acuerden, menor será la cantidad a pagar, sin embargo, también se tendrá que hacer frente a más intereses. A continuación, te explicamos qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir entre una hipoteca a corto o a largo plazo.

¿Qué es el plazo de amortización en una hipoteca?

El plazo de amortización en una hipoteca es el tiempo durante el que el titular está pagando las cuotas hasta completar la devolución del dinero prestado por el banco junto a los intereses. Este plazo es clave ya que, en función del número de cuotas a pagar, la cantidad será mayor (menos cuotas) o menor (más cuotas). 

Hipoteca a corto plazo, ¿qué es y cuándo contratarla?

Las hipotecas a corto plazo son aquellas cuyo plazo de amortización es menor a los 15 años. En este tipo de préstamos, el dinero se devuelve en un menor periodo de tiempo, por lo que las cuotas a pagar cada mes tienen una cuantía más elevada, aunque se pagan menos intereses. 

A valorar: contar con un periodo de amortización más reducido puede implicar una carga financiera mensual muy elevada, ya que se paga una mayor cantidad en cada cuota. Por regla general, una hipoteca a corto plazo está indicada para personas con ingresos elevados y estables.

Hipoteca a largo plazo, ¿qué es y cuándo contratarla?

Las hipotecas a largo plazo son aquellas cuyo plazo de amortización supera los 15 años. En este tipo de hipotecas el titular tiene que devolver el dinero prestado durante un periodo de tiempo más holgado, por lo que la cantidad a pagar cada mes será inferior. Sin embargo, pagará intereses durante más tiempo. 

A valorar: al pagar menos en las cuotas mensuales, el titular cuenta con una mayor capacidad de endeudamiento para satisfacer otras necesidades, como pagar otros préstamos, ahorrar o invertir. Normalmente, si la cuota mensual en relación al plazo calculado excede el 30% de los ingresos del titular, lo más indicado es solicitar mayor plazo, por lo tanto, una hipoteca a largo plazo, con el fin de asumir menos riesgos y poder contar con una cuota mensual más reducida. El inconveniente principal de este tipo de hipotecas es que, al pagar intereses durante más tiempo por la misma cantidad, el total que se desembolsa por el préstamo es superior.

¿Cómo escoger el plazo de amortización de una hipoteca?

Dado que la contratación de una hipoteca es un compromiso a largo plazo -en España, el plazo medio se sitúa en los 24 años-, hay que tener presente determinados aspectos antes de fijar el plazo de amortización. De este modo, será posible hacer una simulación y calcular si es mejor una hipoteca a corto plazo o a largo plazo.

El Banco de España establece 30 años como plazo máximo recomendado para firmar una hipoteca para una vivienda habitual. Sin embargo, esto no deja de ser una recomendación genérica al margen de las particularidades de cada caso, por lo que lo mejor es dejarse asesorar por un especialista hipotecario de la entidad bancaria. 

Estos son los puntos que más influyen a la hora de decantarse por una hipoteca a corto o a largo plazo: 

  • Perspectivas laborales. Es fundamental tener en cuenta las perspectivas laborales a corto, medio y largo plazo para poder determinar la solvencia económica que se tendrá mientras dure el contrato de la hipoteca. 
  • Edad del titular o de los titulares. Los bancos suelen situar en los 75 años la edad máxima que puede tener el titular en el momento de terminar de pagar el préstamo hipotecario. Esto significa, por ejemplo, que una persona que compra una vivienda con 60 años puede acceder, como máximo, a un plazo de amortización de 15 años.
  • Evolución del mercado. Es importante saber que la evolución del euríbor influye en algunos préstamos hipotecarios, como ocurre con las hipotecas variables o las hipotecas mixtas. Esta evolución tendrá un impacto directo en las cuotas mensuales de la hipoteca.

Ejemplo de contratar una hipoteca a corto plazo o a largo plazo 

Veamos un ejemplo de una misma vivienda con un mismo precio en una hipoteca a corto y otra a largo plazo.

María tiene 30 años y se va a comprar una vivienda. Calcula que para poder terminar de comprarla y satisfacer también los gastos asociados necesita 100.000 euros. Cuenta con unos ingresos mensuales de 4.000 euros y unos gastos de 600 euros. Pide al banco información sobre una hipoteca fija a 12 años y a 25 años:

  • Hipoteca a 12 años. Pagará una cuota mensual de 875,53 euros. Los intereses que tendrá que abonar en total suman 26.076,06 euros.
  • Hipoteca a 25 años. Pagará una cuota mensual de 527,84 euros. Los intereses que tendrá que abonar en total suman 58.350,44 euros.

En este caso, María no podría contratar la hipoteca a 12 años ya que, sus gastos (600 euros de gastos fijos + 875,53 euros de cuota) superarían el 30% de sus ingresos, por lo que tendría que apostar por la hipoteca a largo plazo, en la que la suma de todos los gastos no llega al 30% de los ingresos.

¿Es posible convertir una hipoteca a largo plazo en una a corto plazo?

A través de una amortización anticipada es posible cambiar el plazo de devolución de la hipoteca o reducir sus cuotas. En este caso, si se opta por reducir el plazo, se terminará antes de pagar la hipoteca, pero habrá que seguir haciendo el mismo esfuerzo financiero durante el periodo restante. Es decir, que es factible llegar a cambiar una hipoteca firmada a largo plazo y convertirla a una a corto plazo.

A la hora de realizar una amortización anticipada de la hipoteca, es posible que haya que abonar alguna penalización. En España, la legislación fija una comisión por desistimiento máxima del 0,5% de la cantidad amortizada durante los cinco primeros años y del 0,25% si la cancelación se produce a partir del sexto año.

Fotografía de Alena Darmel en Pexels


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