Susanna Gil Mico
Escritora y artista textilRealmente, si tuviéramos que resumir la profesión de Susanna Gil Micó, diríamos que es amor y arte. Ha estado muchos años impartiendo clases en la Escola Massana (entre otras) de macramé, y ha hecho numerosas exposiciones. Pero actualmente está más centrada en la escritura.
Háblenos de su trayectoria artística, por favor.
Siempre estuve metida entre hilos, piedras semipreciosa y libros.
Creo que todo empezó por la gran influencia del lugar en que nací: en un piso de La fábrica textil "Can Saladrigas" en el barrio obrero del Poblenou de Barcelona. Allí desde muy pequeña me formé. Yo era muy observadora y no perdía ningún detalle. Aprendí mucho. Incluso mis juguetes eran los rollos de los hilos a los que pasábamos un cordel por el agujero del medio y hacíamos rodar. De aquí surgió una gran imaginación: les ponía asientos, pasajeros, flore, dándole cada vez sofisticación al artilugio.
Hice el bachillerato y revalida, y pronto empecé a trabajar. También asistía a las clases de la diputación, a las de Lluïsa Ramo, que me introdujo en el mundo del tejido y tapiz. Continué con el profesor Clemente Cóndor. Fui a la Virreina de Barcelona, para aprender Macramé de las civilizaciones antiguas.
Este arte me enamoro totalmente y esto y el haber estado en Katmandu, Nepal, fue mi fuente de inspiración para todo lo que incluso hago ahora: los collares étnicos. Hice numerosas exposiciones en Barcelona y en el Maresme que es donde resido.
Es difícil resumir una vida artística en poco tiempo. A lo largo de toda mi trayectoria personal hay personas que me ayudaron a que todo fuera posible, bien con su intervención directa o bien como inspiración. Siempre estaré muy agradecida de todos ellos.
¿Cuándo empezó a escribir?
Empecé a escribir desde muy niña, y desde la galería que daba a la fábrica textil de Can Saladrigas, empecé a fijarme en cantidad de cosas que iban transcurriendo y que me enseñaban como era la vida de aquellas mujeres y hombres, así como las situaciones y a anécdotas que se vivían.
Si me pregunta cómo, las más de las veces debajo de mi cama, con una pequeña linterna, porque era de noche cuando podía hacerlo y a las 10 se apagaba la luz. De todo ello doy fé en mi libro: la Silla verde. Sentí una gran necesidad de explicarlo todo.
Mi libro “L'estel dels vents” (La cometa de los vientos) es un ejemplo de lo que me gusta este género y la observación de los aconteceres del día a día, plasmados en las poesías.
¿Cómo se pasa el umbral que separa el escribir para uno mismo y para el público?
Mi primer libro, “La Cadira verda”, también publicada en castellano, “La silla verde” lo escribí mucho antes de que fuera finalmente publicada. Yo con este libro mi intención era hablar de las anécdotas de los inmigrantes atraídos por la gran fiebre textil de Cataluña y sobretodo denunciar el trato que tenían algunos encargados con ellos. Pero no lo pude hacer hasta el fallecimiento de algunos de los trabajadores por lo que pudieran opinar. Entonces sí, le llegó al público, y así salió a la luz mi primera novela. Así pasé ese umbrarl.
¿Qué diferencia hay entre escribir poesía y narración?
Para mí son totalmente diferentes, la poesía son sentimientos puros que nacen sintiendo la situación que se está viviendo. Siempre desde uno mismo, como si estuviéramos poseídos por un hada fantástica que nos dicta des del corazón. Pueden ser poemas de amor, amistad, naturaleza, rabia, celos, denuncia y siempre hacia alguien o algo que en el momento de expresarnos sale de nuestro interior. Me han publicado un libro de poesías y haikus, “L’estel dels Vents” en catalán y en castellano.
La narración es una manera de contar alguna historia o hecho que deseamos que se sepa, adornándola con nuestra imaginación de una manera u otra. O bien remitiéndonos a hechos ciertos que por alguna razón nos impresionaron. Para mi escribir es un buen ejercicio para librarme de todo lo que voy interiorizando, que actualmente es mucho. Puede que también influya la edad, no quiero que se me escape nada.
¿Qué prefiere?
Prefiero los dos géneros. Cada uno surge en un momento determinado. Yo por lo general hago más poesía, pues los sentimientos están siempre a flor de piel y la sociedad parece que nos condiciona a ello con tantísima información que nos da.
Pero también es verdad que escribo cada día lo que se me ocurre en mi libreta, seguro que me servirá para algún libro. Tengo muchísimo escrito, y revisando me doy cuenta de las muchas posibilidades.
¿En qué géneros nuevos le gustaría probar?
No me siento limitada al escribir, lo hago sobre la marcha, entonces el día a día define el género. Y pienso seguir haciendo incursiones en varios de ellos.
Además me gustaría probar en la novela-guion de cine.
Hablemos del proyecto que tiene entre manos, su próxima novela. ¿Qué expectativas tiene puestas sobre ella y porque?
Este es un proyecto que empezó con mucha ilusión y continúa con las expectativas de verlo realizado. Es una novela con dos principales protagonistas de muy diferente clase social e intelectual pero con lazos muy parecidos entre sí. Es una novela de soledad, amor y erotismo. La mayor parte del tiempo sucede en el sótano de una librería.
Deseo que me la puedan publicar y soñando pienso en la directora de cine Isabel Coixet, de la que soy gran admiradora. Me gustaría mucho que la llevara a la gran pantalla. Ya cuando me publicaron “La silla verde”, pensé en ella, pero no me atreví a decirle nada. Quizá ahora sea el momento.
¿Cree que el escritor nace, o se hace?
En mi caso particular, siempre escribí, pero me fui haciendo, leyendo, observando y escuchando. Llegué a la conclusión que el escritor se hace, aunque naturalmente hay personas que tenemos alguna predisposición.
¿Qué le aconsejaría a un escritor que comienza?
Sin lugar a dudas le aconsejaría lo que me fue bien a mí. Leer mucho, observar con profundidad y llevar siempre encima una pequeña libreta y lápiz para que cuando llegue la inspiración podamos anotarlo. La memoria hay veces que no es fiable, pero lo escrito sí.
¿Qué escritores son sus referentes?
Muchos. Sería imposible decir todos los que me marcaron de una o de otra manera porque, como ya he dicho, empecé a leer y escribir muy joven, pero citaré algunos que para mí son importantes.
En el género de la poesía son Rabindranath Tagore, Antonio Machado, Benedetti, Gloria Fuertes y Jaime Gil de Biedma.
En el terreno narrativo serían Pearl S. Buch, John Steinbech, Alberto Moravia, Miguel Delibes, Doris Lessing y Alejandro Palomas.